miércoles, 9 de febrero de 2011

LA GLOBALIZACIÓN: SUS CARACTERÍSTICAS, LAS COMPLEJIDADES DE SU GESTIÓN Y SU RELACIÓN CON LOS CONTEXTOS LOCALES.

Lo que se entiende aquí por globalización no es lo mismo que entiende la mayoría de la gente.

No se cree que la globalización sea principalmente un mercado global, sino que es más una reestructuración organizacional de las instituciones básicas del capitalismo. Tenemos un mercado global y el crecimiento de los mercados financieros; pero tenemos también la revolución de las comunicaciones, amén de cambios cruciales en la vida cotidiana.

La globalización es, pues, un nuevo término muy general y ambiguo para referirse a un conjunto de cambios que van en muchas direcciones. Entonces se pregunta: ¿Es la globalización un mito? ¿Un discurso poderoso? ¿Una idea matriz para el análisis del mundo contemporáneo? ¿Una idea que tiene tal fuerza social que consigue que se crea en ella?

Ante tantos interrogantes, no tiene sentido decir que se está en contra o a favor de la globalización. Hay que individualizar aspectos: acentuar los que tienen una fuerza positiva y controlar los aspectos más negativos.

Uno de dichos aspectos es su relación con lo local.

Se entiende que lo local y lo global no son dos polos excluyentes de la organización del sistema mundo; y que la realidad sigue teniendo múltiples ámbitos organizacionales, instancias globales e instancias locales que no desaparecen.

Ahora, así como hay procesos que se globalizan e inciden de manera negativa, hay otros que lo hacen de manera positiva.

Es necesario, entonces,  tener capacidad de gestión para construir localmente su organización, y desde allí generar y gestionar una inserción local más positiva en el sistema-mundo sin esperar la inercia de la globalización.

Así mismo, hay que tener presente lo macro y lo micro, y entre ellos ese nivel intermedio de lo meso, pues si no hay políticas públicas macroeconómicas o macrosociales progresistas será difícil en lo local lograr cambios sustanciales.

Por eso son tan importantes las ciudades, localidades o municipios y las regiones. Y, sobre todo, la presencia allí de dirigentes con capacidad de darles dirección, de influir en los procesos de desarrollo y en las decisiones y de negociar acuerdos y compromisos, tanto nacional como internacionalmente.

Pero al mismo tiempo, lo local es lo que permite una participación más directa, personal, activa de los individuos y de las organizaciones en su propio desarrollo y transformación. Esta disposición es la que incide de manera más clara en la democratización de la gestión local, porque permite renovar políticas, liderazgos, cultura, aprender y experimentar en directo.

En lo local, es donde se puede trabajar directamente con esa sociedad heterogénea, fragmentada, conflictiva. Allí se logra canalizar y manejar no sólo sus dinámicas sino su organización y, lo más importante, esos conflictos, para buscar tramitarlos pacíficamente de manera negociada y consensuada. En otras palabras, manejarlos civilizadamente sin desconocerlos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario