martes, 2 de febrero de 2016

Fundamentación y razón de ser

Como se puede suponer, dadas las complejidades del mundo presente, la Economía Política del Desarrollo reúne principalmente a economistas, juristas, sociólogos y politólogos, para analizar algunos de los temas clave, procesos y problemas contemporáneos que afectan al mundo en  desarrollo.  En ese sentido, desde la perspectiva de la investigación, se pone de manifiesto la existencia de diversos contextos con características peculiares que los diferencian evidenciándose a su vez, a partir de dicho análisis, tanto los conflictos sociales, políticos, económicos y culturales que los afectan, como las dinámicas y cambios contrastantes que en cada uno de ellos se producen,  y las respuestas a estos tanto a nivel del Estado como de la sociedad.

El trabajo de investigación que nos proponemos se estructura, entonces, alrededor de cuatro (4) temas principales: globalización, derechos y desarrollo;  globalización, gobernabilidad y el crecimiento de conflictos; desigualdad; y por último, precariedad y  reducción de la pobreza.



En consecuencia, desagregando esos grandes temas, en particular el blog está pensado para desde la perspectiva sociopolítica y cultural de la Economía Política del Desarrollo, examinar, analizar y reflexionar acerca de: i. los procesos de desarrollo y dinámicas de creación de riqueza y acumulación de capital, sus impactos y consecuencias; ii. seguimiento de las políticas públicas, económicas y sociales pertinentes; iii. los procesos de inserción de nuestros países en el Sistema Internacional Globalizado (SIG); y  por último, iv. la governanza, las instituciones, el espacio social y el desarrollo. 

viernes, 6 de mayo de 2011

CUESTIONARIO DE CONTEXTO PARA EL 1er CORTE 012016

1. ¿ Es casual que en casi todos los países de América Latina que aplicaron el modelo neoliberal haya habido fuertes impulso a los procesos de bancarización y financiarización? 

2. ¿ Tienen algo que ver las políticas neoliberales en procesos de transnacionalización y gestación de una nueva espacialidad capitalista?

3. ¿ En qué consisten dichos procesos de transnacionalización y nueva espacialidad capitalista?

4. ¿ La coincidencia de aplicación de la política neoliberal se explica por Consenso sobre el agotamiento del anterior modelo? ¿O por qué otras razones?

5. El neoliberalismo sostiene que "para ser competitivos, nuestros países deben reconvertir sus economías, reducir costos, y tener un régimen laboral flexible que permita la libre contratación y despido de los trabajadores" ¿Las reformas laborales adoptadas en nuestro país, y en general en América Latina siguen estos criterios? ¿Los comparte usted o por el contrario estima que tienen un alto costo social? ¿Si? ¿No? ¿Por qué razones? ¿Cómo respnder a dichas tesis?

“Transnacionalización y nueva espacialidad capitalista. Elementos de economía política de la inversión extranjera en Colombia”. (Extracto del texto de la Ponencia leída en la VI Conferencia Internacional de Estudios Americanos “Lon nuevos paradigmas de la globalización neoliberal y desarrollos contrahegemónicos” de Jairo H. Estrada Álvarez)

“El proceso de transnacionalización de la economía colombiana adquirió nuevas dimensiones con la transición del régimen de acumulación basado en la industrialización dirigida por el Estado y la expansión del mercado interno hacia el régimen de acumulación flexible, de financiarización1. De un proceso que había privilegiado la inversión extranjera directa, inicialmente, en el sector primario de la economía, particularmente en la explotación petrolera, se transitó luego –durante la industrialización por sustitución de importaciones- al aumento de dicha inversión también en la industria de bienes de intermedios y de algunos bienes de capital. El capital transnacional controló rápidamente, durante las décadas de 1950 y 1960, las actividades industriales de producción más compleja e impuso una división del trabajo en la que a la capital industrial local le correspondió la “especialización” en la producción de bienes de consumo”.

“(…) Con la transición al régimen de acumulación flexible, cuyos orígenes –en el caso colombiano- se remontan a la primera mitad de la década de 1970, y su despliegue ocurre hacia finales de los años ochenta, se aprecia lo que bien podría caracterizarse como una nueva fase de transnacionalización y de desnacionalización de la economía. Los fundamentos de dicha fase se encuentran en la producción de una nueva espacialidad capitalista, que pretende dar salida a los problemas de sobreacumulación del capital a través de la profundización y extensión de la relación social capitalista”.

“El presente trabajo tiene como propósito principal analizar la tendencia creciente a la transnacionalización y la desnacionalización de la economía, considerando específicamente una economía política de la inversión extranjera. Se trata de un examen en el que ésta, la inversión extranjera, es estudiada de acuerdo con la lógica de la acumulación capitalista y de la producción de una nueva espacialidad del capital. En ese sentido, el trabajo se distancia radicalmente de la mayoría de trabajos sobre inversión extranjera directa que se han producido durante el último período en Colombia. En general, se trata de trabajos escritos desde la teoría económica predominante (la teoría neoclásica con sus múltiples adaptaciones), apologéticos de la inversión extranjera y, por lo mismo, inscritos dentro de una línea de producción de un discurso legitimador de procesos de transnacionalización y de desnacionalización, pese a sus vestimentas técnico-económicas2”.

“(…) Los aspectos centrales de la producción de una nueva espacialidad capitalista en Colombia, así como los elementos básicos de caracterización del proceso de transnacionalización y de desnacionalización (T&D), incluyen el proyecto político de construcción de un nuevo orden jurídico-económico transnacional. Resaltar este punto resulta útil para el entendimiento y la definición del papel protagónico de la inversión extranjera -nuevamente- como un componente esencial de la producción de una nueva espacialidad capitalista y de los procesos de T&D. En entre trabajo se ha denominado como tal orden jurídico-económico transnacional, al orden jurídico (político) de la transnacionalización y la desnacionalización de la economía, esto es, el régimen de inversión extranjera y otras disposiciones del ordenamiento jurídico que refuerzan esa tendencia, los regímenes especiales de comercio exterior y las diversas modalidades de aseguramiento de los derechos de propiedad del capital transnacional, inclusive  el proceso de “alistamiento” del orden jurídico económico nacional (en diversos campos), a las demandas del nuevo régimen de acumulación; así como los rasgos de un nuevo derecho del capital, organizador y regulador del proceso de T&D”.

“Nueva espacialidad capitalista y procesos de transnacionalización. La nueva geografía del capital.

En Colombia, la producción de esa nueva espacialidad ha conducido, en primer lugar, a una gradual reorganización geográfica (no concluida) de los circuitos de acumulación, que tienden a desplazarse de la región andina (de las ciudades de concentración de la industria, Bogotá, Medellín y Cali) hacia las costas del Atlántico y del Pacífico, la Orinoquia y la Amazonia”.

“(…) En estos territorios se encuentran importantes fuentes de una nueva acumulación de capital, de una “reprimarización” de la economía sobre nuevos fundamentos, que están en pleno proceso de organización de acuerdo con la lógica capitalista: recursos de biodiversidad (el país es caracterizado como la “Arabia Saudita de la biodiversidad”), fuentes de agua, recursos energéticos y minerales y nuevas economías de plantación (palma africana, caña de azúcar) para la producción de agrocombustibles”.

“(…) Esa constitución de una nueva geografía del capital explica, en buena medida, el “núcleo duro” de la fase actual de la violencia capitalista, pues ella demanda la ocupación de nuevos territorios, así como la desocupación o la reocupación de otros3. Desde allí, se explican también la imbricación del ejército estatal, con fuerzas paramilitares, de éstas con empresas transnacionales, y la más reciente intervención imperialista a través del Plan Colombia; así mismo, algunos desarrollos legislativos (nuevo Estatuto minero, ley de bosques, Estatuto de tierras, entre otros), para darle un cauce “institucional” al proceso. En general, se trata, sin duda, de genuinos procesos de acumulación por desposesión4”.
“(…) Por otra parte, la garantía para que estos nuevos espacios capitalistas logren incorporarse a los circuitos mundiales del capital se encuentra en el desarrollo de una compleja red de vías y de comunicaciones, que en el caso colombiano se encuentra en la formulación de un programa de megaproyectos infraestructurales, articulados a la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA)”.

(…) La producción de la nueva espacialidad ha ocurrido, en segundo lugar, mediante la generación de nuevos escenarios de acumulación, creados por las reformas neoliberales del Consenso de Washington, con las políticas de liberalización y privatización, así como de estabilización macroeconómica”.

“(..) Tales políticas, reafirmaron dramáticamente la lógica de la acumulación capitalista con la desregulación y la mayor precarización de los mercados de trabajo, así como con el desmonte de las débiles instituciones del bienestar; así mismo, la extendieron a nuevos campos, particularmente a través de la expropiación y la apropiación de distintas modalidades de propiedad pública (empresas industriales, instituciones financieras, empresas de servicios públicos domiciliarios, de telecomunicaciones y de televisión, puertos, aeropuertos, carreteras, ferrocarriles, hospitales, función pública, entre otros), y de la creación de nuevos mercados (fondos de cesantías, fondos de pensiones, intermediación financiera en salud, unidos a los que resultan de algunos procesos de privatización). También en este caso se ha asistido a otras modalidades de acumulación por desposesión, tanto a través de la enajenación de activos, como de contratos de concesión5; ésta es por cierto, la forma jurídica más generalizada de la acumulación por desposesión”.

“(..) Atención especial merece la organización del proceso de acumulación con fundamento en la lógica del capital financiero; se ha asistido a un proceso de financiarización del aparato productivo, de las finanzas del Estado, de la economía de los hogares, de la vida cotidiana. Uno de los ejes de las políticas neoliberales ha consistido precisamente en estimular el mercado de capitales en sus diversas modalidades, en propiciar la intermediación financiera en todos los campos de la vida económica y social, en impulsar una gigantesca industria del aseguramiento (desde el seguro contra el robo hasta los “sistemas de protección social” como respuesta al riesgo y la incertidumbre), entre otros”.

“(…) La producción de una nueva espacialidad capitalista en Colombia se fundamenta, en tercer lugar, en la articulación de las “formas legales” con las “formas ilegales” de la acumulación capitalista, generando verdaderas “zonas grises” de la acumulación y formas criminales y mafiosas de la formación socioeconómica. La transición al nuevo régimen de acumulación flexible, de financiarización, no hubiera sido exitosa sin el surgimiento de un nuevo empresariado vinculado a los circuitos transnacionales de la acumulación: el empresariado de la cocaína. La pregonada estabilidad macroeconómica colombiana y la relativa excepcionalidad frente a las profundas crisis económicas latinoamericanas han descansado sobre el colchón de los capitales ilegales; así mismo, la persistente prosperidad de buena parte de los grandes negocios capitalistas privados en el sector financiero y el mercado de capitales, la industria, la construcción, la hotelería, el turismo, el comercio (incluido el de importación y de exportación), los servicios, el entretenimiento, la salud, la educación; también, ciertos “milagros económicos” (transitorios) regionales La nueva espacialidad implica, igualmente, en cuarto lugar, que se ha asistido a la producción de nuevas modalidades de inserción de la economía colombiana en los circuitos mundiales de la acumulación. Tales modalidades han reforzado precisamente la tendencia a la transnacionalización, con base en un complejo entrelazamiento de factores económicos y financieros con factores políticos y militares, en el que las dinámicas mundiales (regionales) de la acumulación capitalista, especialmente de Estados Unidos, se encuentran con las tendencias “nacionales” y locales del proceso de acumulación. Dentro de las múltiples expresiones del proceso de T&D, dos son los ejemplos de mayor notoriedad en la experiencia reciente colombiana: El Plan Colombia y el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Estos dos ejemplos son la expresión clara de cómo se desarrollan procesos de acumulación conjugando lógicas de poder territorial con la lógicas de poder capitalista. En el primer ejemplo, se trata de un caso de intervencionismo imperialista que, tras la fachada de la “guerra contra el narcoterrorismo”, tiene en realidad el propósito de “asegurar el control territorial sobre una región clave para las nuevas estrategias de acumulación de las empresas transnacionales en la actual fase capitalista, dada precisamente la riqueza en recursos energéticos y de biodiversidad, fuentes de agua, y otros recursos naturales de la región andino-amazónica, así como las proyecciones de los negocios capitalistas en biocomercio, biocombustibles, y megaproyectos infraestructurales, entre otros”8. Este plan de guerra se encuentra se articulado con el Plan Puebla Panamá, un plan de megaproyectos infraestructurales para unir corredores logísticos y biológicos de México con Centroamérica, y la Iniciativa para la integración de la infraestructura sudamericana Iirsa. En el caso del Tratado de libre comercio con Estados Unidos (así como otros tratados bilaterales de libre comercio que se encuentran en proceso de negociación) se está frente a un punto de llegada (y de partida a la vez) del proceso de neoliberalización de la economía y de la sociedad colombianas; se trata de la reafirmación de la lógica capitalista de la acumulación, con la creación de un dispositivo (supranacional y transnacional) de “juridización” de la apertura total de la economía –dada la materia de los TLC- al capital transnacional, especialmente estadounidense. El TLC se inscribe dentro de la estrategia alternativa de Estados Unidos frente a América Latina ante al fracaso del Área de libre comercio de las Américas. Con él se busca crear un “cerrojo jurídico” de las reformas neoliberales”.
NOTAS
1 En la literatura de economía política del desarrollo no existe aún -desde el punto de vista teórico y empírico- una unidad de criterios para caracterizar la tendencia (histórica) actual de la acumulación capitalista; en este trabajo se ha adoptado el concepto de “acumulación flexible” para enfatizar las transformaciones ocurridas en las relaciones entre el capital y el trabajo, así como entre los capitales entre sí; para mostrar, que en otro plano del análisis tales transformaciones ha conducido a la producción de nuevas formas de acumulación, de una nueva espacialidad capitalista. En la producción de esas formas, es indiscutible el papel del capital ficticio, la tendencia a la financiarización.

2 Véase entro otros, Fedesarrollo, “La inversión extranjera directa como impulso al desarrollo”, en Economía y política. Análisis de Coyuntura Legislativa, Fedesarrollo, Bogotá, D.C., junio de 2007. Juan José Echevarría y George R. Zodrow, “Impuestos a las Utilidades e Inversión Extranjera Directa en Colombia”, en Borradores de Economía, no. 348, Banco de la República, Bogotá, D.C., 2005, y Miguel Urrutia Montoya, “Inversión extranjera en Colombia. Un recuento”, en: Revista del Banco de la República, No. 829, 1996

3 El último ciclo de violencia –de los últimos treinta años- además de producir una mayor concentración de la propiedad sobre la tierra, ha provocado cerca de cuatro millones de desplazados forzosamente y decenas de miles de víctimas.

4 Con este concepto, David Harvey pretende acertadamente mostrar la vigencia del concepto marxista de acumulación “primitiva” u “originaria” (acumulación basada en la depredación, el fraude y la violencia), pero actualizándolo. “No parece muy adecuado llamar “primitivo” u “original” a un proceso de que haya vigente y se está desarrollando en la actualidad”. David Harvey, El nuevo imperialismo, Ediciones Akal, Madrid, 2003, p.116.

5 “Lo que facilita la acumulación por desposesión es la liberación de un conjunto de activos (incluida la fuerza de trabajo) a un coste muy bajo y en algunos casos nulo). El capital sobreacumulado puede apoderarse de tales activos y llevarlos inmediatamente a un uso rentable”. Ibid., p.119”.

martes, 3 de mayo de 2011

The shock doctrine subtitulada al español

Naomi Klein y La Doctrina del Shock: el auge del capitalismo de desastres

En  La Doctrina del Shock: el auge del capitalismo de desastres, un libro de 2007, la periodista canadiense Naomi Klein sostiene que las políticas económicas del Premio Nóbel Milton Friedman y de la Escuela de Economía de Chicago han alcanzado importancia en países con modelos de libre mercado, no porque fuesen populares sino porque han alcanzado importancia través de impactos en la psicología social de distintos pueblos y sociedades, con desastres o contingencias.  Esto provoca que ante la conmoción y confusión se puedan hacer reformas impopulares. Se supone que algunas de estas perturbaciones, como en los casos de la Guerra de las Malvinas, el 11 de septiembre, el Tsunami de 2004 en Indonesia, o la crisis del huracán Katrina pudieron haber sido aprovechadas con la intención de empujar la aprobación de una serie de reformas impopulares.

Naomi Klein muestra la historia de los últimos treinta años de la doctrina de choque económico que se ha aplicado alrededor del mundo, desde América del Sur en la década de los setenta hasta Nueva Orleáns después del huracán Katrina. Klein introduce dos de sus temas principales. 1) En donde los profesionales de la doctrina de choque tienden a buscar una pizarra en blanco en el cual plasmar su ideal de crear economías de libre mercado, el que inevitablemente requiere normalmente una violenta destrucción del orden económico preexistente. 2) Las similitudes entre la crisis económica y la doctrina original de la terapia de choque, una técnica psiquiátrica donde se aplicaron choques eléctricos a los pacientes con enfermedades mentales.

Un paralelismo con la terapia de choque económico es hecha, incluida una digresión sobre cómo los organismos gubernamentales se aprovechan de algunas de las lecciones aprendidas para crear más eficaces técnicas de tortura. Según Klein, la tortura  a menudo ha sido una herramienta esencial para las autoridades que han aplicado las reformas agresivas del mercado libre y se hace hincapié en esta afirmación a lo largo del libro. El segundo capítulo presenta a Milton Friedman y su Escuela de Economía de Chicago, que Klein describe como líder de un movimiento comprometido con el libre mercado con las mismas regulaciones que antes de la Gran Depresión.

Analiza luego el uso de la doctrina de choque para transformar las economías de Sudamérica en los años setenta, centrándose en el golpe de Estado en Chile dirigido por el General Augusto Pinochet. La aparente necesidad de que las políticas impopulares estén asociadas a la terapia de choque con el apoyo de la tortura son estudiadas.

Más adelante se refiere a los intentos de aplicar la doctrina de choque sin la necesidad de violencia extrema en contra de amplios sectores de la población. La terapia de choque leve de Margaret Thatcher explica como se hace posible con la Guerra de las Malvinas; mientras que la reforma del mercado libre en Bolivia ha sido posible gracias a una combinación de una preexistente crisis económica y el carisma de Jeffrey Sachs.

En la Parte 4  se analizan informes sobre la forma en que la doctrina de choque se aplicó en Polonia, Rusia, Sudáfrica y las economías de los Tigres durante la crisis financiera asiática de 1997.

En la Parte 5, se introduce el complejo capitalismo de desastres, en el que la autora describe cómo las empresas han aprendido a sacar provecho de tales desastres. Klein habla acerca de cómo el mismo personal pasa fácilmente de puestos relacionados con la seguridad y defensa de los organismos públicos de los Estados Unidos a puestos en empresas lucrativas.

En la Parte 6, Klein discute lo que ha pasado en Irak tras la invasión de 2003, que describe como la más compleja doctrina de choque, con una plena realización que jamás nunca se ha intentado.

En la Parte 7, Klein explica acerca de los ganadores y de los perdedores de la terapia de choque económico, de cómo reducidos grupos a menudo hacen muy bien su trabajo moviéndose a lujosos barrios privados; mientras que grandes sectores de la población se quedan con la decadencia de la infraestructura pública, la disminución de los ingresos y el aumento del desempleo.

En la conclusión Naomi Klein habla de la reacción en contra la doctrina del choque y sobre las instituciones económicas que se propagan al igual que el Banco Mundial y el FMI. Después de 2006, América del Sur y el Líbano se centraron como fuentes de noticias positivas en la que los políticos ya están retrasando reformas de libre mercado, con alguna mención de la campaña de la comunidad de activistas en Sudáfrica y China.

(Tomado de Wikipedia)